Bienestar económico, economía de productividad alta y economía intensiva en conocimiento son términos inseparables. Las circunstancias actuales marcan la necesidad, más que nunca, de establecer hojas de ruta para generar crecimiento. Desde todos los sectores, pero especialmente desde los más intensivos en conocimiento, puesto que son los que permitirán multiplicar los beneficios en términos de rendimiento de la inversión y de puestos de trabajo cualificados.
Cataluña puede aspirar a ser una de las economías de alta productividad del futuro. Tenemos la base para hacerlo y la obligación de intentarlo. Y podemos aspirar, no tanto a destacar en Europa, como a destacar en el mundo como una área de referencia en una Europa que destaca en el mundo.
La condición necesaria —aunque no suficiente— es disponer de un tejido científico sólido, estable, de excelencia en ciencia de frontera. Cataluña lo tiene, llegando a superar, en determinados indicadores, estados como Francia o Reino Unido.
La condición suficiente, sin embargo, es tener un tejido empresarial sabedor y convencido de lo que el conocimiento puede hacer por la industria, con más herramientas para provocar el cambio (Estado más facilitador).
Aquí, Cataluña tiene que hacer grandes pasos para poder equipararse a otros países líderes en traer el conocimiento al mercado. El gran salto que hay que dar en la próxima década, y que pasa inevitablemente por una cultura de la innovación, se tiene que reflejar en un aumento de la inversión privada en I+D+I proporcional al que ha hecho el sector público en los últimos diez años. Y sobre este entorno privado que quiere hacer del conocimiento su competitividad, el Gobierno tiene que aplicar una estrategia que trabaje en tres frentes principalmente: capacitando a los investigadores para trabajar más cercanos al mundo privado; facilitar e incentivar la innovación flexibilizando y abriendo todavía más el sistema; y dotar de fondos acciones concretas para fomentar la creación de valor en base al conocimiento científico (“push”).
Ciclo: VIII Desafíos del Siglo XXI. La Voz de los descubrimientos: descubrir, innovar, transferir el conocimiento
Organizado por: Residencia de Investigadores