Vivimos rodeados de moléculas invisibles que percibimos a través del olfato, un sentido estrechamente conectado con el cerebro y la memoria emocional. Sorprendentemente, uno de cada 20-30 genes en el genoma humano se dedica al olfato. La disfunción olfativa puede ser un indicador temprano de enfermedades neurodegenerativas, mientras que el "volatiloma" humano puede ayudar a detectar otras patologías, destacando la importancia del olfato en nuestra salud.
Currículum Vitae
Doctora en Neurociencias e Investigadora Científica en el Instituto Cajal-CSIC. Formación postdoctoral en EEUU (Washington University y Salk Institute). Es Presidenta de la Red Olfativa Española y de la europea (ECRO). Ha sido vicedirectora del Instituto Cajal y Presidenta del Comité Mujer y Neurociencia de la SENC. Galardonada con el premio Europeo de Divulgación Científica en Neurociencias y Académica de Mérito de la Acade mia del Perfume.
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