La detección precoz de enfermedades de forma mínimamente invasiva, su inmediato tratamiento a nivel personalizado y el posterior seguimiento de su evolución son los principales desafíos a los que nos enfrentamos en la medicina del siglo XXI. El diagnóstico actual precisa de nuevas herramientas que puedan proporcionar un resultado casi instantáneo de forma precisa, con una mínima incomodidad para el paciente. Una identificación temprana permitiría una rápida capacidad de respuesta y la inmediata aplicación del tratamiento específico, ofreciendo así mayores posibilidades de recuperación al enfermo.
Los importantes avances en el campo de la nanomedicina están propiciando que esta necesidad se convierta en una realidad gracias a los desarrollos en nanodispositivos biosensores y “point-of-care” y su confluencia con los móviles inteligentes de última generación y a los sistemas nanoterapeúticos. Ya se han desarrollado nanopartículas que pueden reconocer, detectar y destruir selectivamente células cancerosas, así como nanosensores que permiten detectar en gotas de fluidos biológicos cantidades extremadamente bajas de moléculas que revelan el comienzo de un cáncer u otras enfermedades. Los dispositivos “point-of-care” podrán medir el estado de salud del paciente y trasmitir esa información directamente al personal médico, sin alterar su vida normal. No cabe duda de que la nanomedicina seguirá sorprendiéndonos con avances que redundarán en una mejora de la calidad de vida de nuestra envejecida sociedad y que ayudará a resolver los problemas causados por las principales enfermedades como el cáncer, los desórdenes neurodegenerativos y las enfermedades cardiovasculares.
Emisión en streaming:
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Institut d'Investigacions Biomèdiques de Barcelona (IIBB - CSIC)
Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2)