La biotecnología está llamada a aportar soluciones innovadoras a algunos de los grandes retos que el mundo actual tiene planteados, como son cubrir las necesidades de alimentos de una población mundial que llegará a los 8.300 millones de personas en 2030; cubrir una creciente demanda energética que se prevé que aumente un 50% de aquí a 2025; o permitir procesos de producción más eficientes y menos contaminantes que garanticen la sostenibilidad de recursos limitados como el agua.
Cataluña cuenta con los fundamentos para poder aprovechar las oportunidades que el sector ofrece. Por una parte, tiene una contrastada y reconocida capacidad científica —con más de 430 grupos de investigación consolidados en biociencias, centros e institutos de investigación de referencia internacional, grandes infraestructuras, una potente red de hospitales...— y, por otra parte, cuenta con un tejido empresarial creciente integrado por 480 empresas, entre biotecnológicas, farmacéuticas, de tecnologías médicas y de servicios, que ocupan a 22.000 personas, de las cuales la mitad se dedican a la investigación.
Las claves son mantener y aumentar la inversión en investigación, crear condiciones atractivas para la instalación de compañías internacionales, impulsar la internacionalización de nuestras empresas y las colaboraciones transnacionales de las entidades de investigación, un tratamiento fiscal adecuado del sector, un uso adecuado de la compra pública como herramienta para impulsar la innovación, y paquetes financieros que propicien el partenariado público-privado en el impulso de proyectos de valor añadido.
Ciclo: VIII Desafíos del Siglo XXI. La Voz de los descubrimientos: descubrir, innovar, transferir el conocimiento
Organizado por: Residencia de Investigadores