Al sistema español de ciencia y tecnología le hace falta una puesta al día urgente que le permita aumentar sus niveles de competitividad. En este contexto, la crisis ofrece una oportunidad para emprender unos cambios que son absolutamente necesarios. A la reforma del sistema financiero, del mercado laboral y de las pensiones, tendría que seguir la del sistema de creación de conocimiento. Esto incluye las universidades, los Organismos públicos de Investigación (particularmente el CSIC) y los centros de investigación vinculados a hospitales. El futuro se tiene que erigir sobre el talento y para ello hay que formar, atraer y retener al mejor «cerebro de obra», que, por oposición a la «mano de obra», nos tiene que permitir lograr esta codiciada «economía del conocimiento». Se trata de una tarea que requerirá la participación de maestros, investigadores, políticos, filántropos y de toda la sociedad, que tiene que tomar conciencia del valor que tiene la ciencia para su bienestar.
Ciclo: Desafíos Siglo XXI. La Voz de la Ciencia. Ciclo de conferencias III
Organizado por: Residencia de Investigadores