«Todas las artes, y aun los países, tienen capacidad de duende, de ángel y de musa, y así como Alemania tiene, con excepciones, musa, e Italia tiene permanentemente ángel, España está en todos tiempos movida por el duende, como país de música y danza milenarias, donde el duende exprime limones de madrugada, y como país de muerte, como país abierto a la muerte».
Este fragmento forma parte de una de las más bellas conferencias pronunciadas por el poeta Federico García Lorca (en Cuba, 1930). Conferencia en la que el autor define al duende como «un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar», y lo contrapone al arte que puede tener la capacidad de ser visitado por el ángel, o de vez en cuando incorporar a la musa. Por el contrario, España, escribe Lorca, «está siempre movida por el duende». Duende que tiene que ver con el espíritu, con lo indecible, con lo inefable, con algo casi divino que se despierta «en las últimas habitaciones de la sangre». Nos puede llegar a evocar el «artista enduendado», incluso, por su gran sensibilidad ctónica, a la figura de la chamana o del chamán.
Esta triple concatenación anímica de «ángel, musa y duende» —elementos que de alguna manera han de “visitar” la oficina de todo creador y hacerse visibles en su obra— es la que nos ha sugerido la posibilidad de celebrar hoy esta sesión: congregar a tres excelentes poetas al servicio —cada una a su manera y modo— de estos tres grandes elementos de vocación demiúrgica, al referirnos a la creación.
¡De quién es más fiel devota cada una de ellas lo podremos descubrir al escucharlas!
Valentí Gómez i Oliver
Poeta y moderador
Ciclo: El Ángel, la Musa y el Duende: tres voces poéticas
Organizado por: Residencia de Investigadores, CSIC - Generalitat de Catalunya