Los paisajes del litoral del Mediterráneo, con una densidad de población escasa, tuvieron una evolución moderada desde la colonización romana hasta el desarrollo del turismo. Desde el principio del siglo xix hasta nuestros días se han instalado en ellos nuevos grupos sociales, convirtiéndose en lugar de sucesivas invenciones. Con el desarrollo de los medios de transporte, del ferrocarril en particular, de la horticultura ornamental y la llegada de las élites desde el norte de Europa al litoral del sur de Francia en el siglo xix, se inventa la Riviera, el paisaje de la Costa Azul y de sus jardines exóticos al lado del mar. El concepto de jardín moderno, cuya invención reivindica el escritor Ferdinand Bac, nace a principios del siglo xx inspirándose en los viajes alrededor del Mediterráneo, el atractivo de la vegetación local y el acceso a las elevaciones cercanas gracias al automóvil.
Más tarde, con el fenómeno colonial del Norte de África por los franceses y en la India por los ingleses, el jardín andalusí y el jardín mogol se convierten en fuentes de inspiración. Entre 1914 y 1920, Marruecos es un verdadero laboratorio del «jardín moderno », convirtiéndose en un escaparate de la Exposición Internacional de las Artes Decorativas del 1925. Se trata de un tipo de jardín de arquitectos, que triunfa hasta que se acaba la II Guerra Mundial.
Actualmente, el jardín «mediterráneo» se nutre a la vez de una visión planetaria de los paisajes que en otros lugares del mundo también tienen un clima «mediterráneo», y de un enfoque a la vez ecológico y artístico de vivir en lo que queda de un territorio hoy en día intensamente urbanizado.
Ciclo: Jardines a la Mediterránea, identidades y espacios idealizados
Organizado por: Residencia de Investigadores