Con el lanzamiento del primer Sputnik se abrió una nueva frontera a la Humanidad. Gracias a las sondas espaciales, el hombre ha podido explorar casi todos los planetas del sistema solar y ha ensanchado los límites del conocimiento de una manera extraordinaria. Mantener operativa una nave espacial, sea un satélite sea una sonda, bajo las condiciones tan hostiles del medio extraterrestre es una proeza técnica que afecta a varias áreas industriales y tecnológicas a la vez.. Pero la influencia de la actividad espacial no se para aquí. Un hecho que a menudo se olvida es que el valor añadido de las aplicaciones de los satélites es a menudo muy superior al de la construcción del propio satélite. En esta conferencia se hablará de estos aspectos y de su incidencia en Cataluña.
Ciclo: VIII Desafíos del Siglo XXI. La Voz de los descubrimientos: descubrir, innovar, transferir el conocimiento
Organizado por: Residencia de Investigadores