El jardín mediterráneo, surgido de una larga tradición agrícola, es mucho más que un simple jardín ornamental: responde a múltiples necesidades y ofrece a lo largo del año todo tipo de placeres. Era frugal y productivo; se ha transformado en ecológico,
exquisito, creativo y participativo.
Nos permite vivir en armonía con la tierra, sin decorados facticios ni consumos desmesurados. Sobre todo, es el testigo de una alianza afortunada entre el hombre y la tierra, que tiene lugar desde hace milenios. Del mismo modo que la cocina mediterránea, surgida también de las prácticas populares, es reproducida en todo el mundo sin perder ni su calidad ni su diversidad, el jardín mediterráneo se ha adaptado a las necesidades de nuestro tiempo. Devolvámosle el prestigio, tanto en su región de origen, evidentemente, como más allá de las costas del Mediterráneo.
Ciclo: Jardines a la Mediterránea, identidades y espacios idealizados
Organizado por: Residencia de Investigadores