A menudo se hace difícil determinar qué descubrimientos específicos han representado cambios significativos en la curación de los quemados. Las áreas donde más avances ha habido, y que más han mejorado los resultados obtenidos hasta ahora, incluyen las curas intensivas, el tratamiento de las heridas por quemaduras, el control de la respuesta hipermetabólica y el control de las infecciones. El grado de mortalidad y el tiempo de estancia hospitalaria se han reducido enormemente en los últimos 25 años. En los años 60 la probabilidad de supervivencia era solamente del 50% para los pacientes con quemaduras que afectaban el 35/44% de superfi cie total de su cuerpo (TBSA – Total body surface area) y muy pocos pacientes con quemaduras que afectaban el 45% del TBSA conseguían sobrevivir. Hoy en día el LB50 (proporción de superficie quemada que es letal para el 50% de pacientes) en el caso de niños y jóvenes supera el 95% del TBSA, y el promedio de ingreso hospitalario para la mayoría de quemados graves suele ser de medio día por cada porcentaje de TBSA quemado. Este es un verdadero logro y un asombroso testimonio de la concentración de esfuerzos en personal y de medios que se han utilizado para los pacientes con quemaduras severas. Aspectos específicos en la curación de quemaduras que han mejorado espectacularmente en los hospitales incluyen los tratamientos para la mejora de heridas (invasivas y noinvasivas), la extirpación temprana e injertos (incluyendo los de tejidos artificiales), el control de infecciones y el refuerzo del sistema inmunitario, las mejoras en la respuesta a las necesidades nutricionales y metabólicas (nuevos métodos de nutrición, hormonas recombinantes y agentes anabolizantes), la evolución de los bancos de piel efectivos, el control de las infecciones, los nuevos materiales y estrategias para la cicatrización de las heridas, la aplicación de terapias con células madre y la introducción de alotransplantes con tejidos complejos.
Ciclo: Desafíos del S.XXI. La Voz de la Medicina I
Organizado por: Residencia de Investigadores, Fundació Clínic Barcelona, Institut Biomèdiques August Pi i Sunyer, Resa