La combinación de actividades de docencia, investigación, transferencia de conocimiento y de tecnología es indispensable para tener una universidad innovadora y adaptada a las exigencias de los entornos social y empresarial. La gestión equilibrada de las tres áreas de actividad dentro de una misma organización es compleja y comporta retos con objeto de evitar distorsiones. Algunos de los posibles riesgos a evitar son el desarrollo de una investigación distanciada de las aplicaciones y de las necesidades de la industria o el hecho de derivar la actividad docente y, consiguientemente, el perfil de los futuros graduados hacia áreas alejadas del perfil de profesionales demandados por el tejido empresarial. Sin duda, la vinculación entre la universidad y la empresa resulta imprescindible y beneficiosa en la sociedad del conocimiento. Sin perder la misión principal de la universidad (docencia e investigación básica), hay que saber gestionar bajo el mismo paraguas lo que la sociedad actual pide a la universidad en términos de aportación al desarrollo tecnológico, a la innovación y al crecimiento económico y social de su entorno.
La multidisciplinariedad, la variedad de perfiles y la implicación de los profesoresinvestigadores son claves para el desarrollo simultáneo de las tres actividades. La organización tiene que apostar claramente por este modelo, mediante la dedicación de recursos, la selección y priorización de objetivos, y manteniendo un equipo humano diverso y altamente motivado, obteniendo como respuesta una dinámica altamente positiva para la formación tanto de profesionales como de investigadores altamente calificados. De este modo se puede conseguir el modelo que la sociedad exige a la universidad del siglo XXI.
Ciclo: VIII Desafíos del Siglo XXI. La Voz de los descubrimientos: descubrir, innovar, transferir el conocimiento
Organizado por: Residencia de Investigadores