Paul Kammerer (1880–1926) fue una de las figuras más controvertidas y trágicas en la biología de comienzos del siglo XX. Durante algún tiempo, este zoólogo vienés se convirtió en mundialmente famoso por sus experimentos con sapos y salamandras que mostraban la herencia de los caracteres adquiridos.
En 1926, un zoólogo de Nueva York fue a Viena y descubrió que un sapo partero preservado, uno de los ejemplares cruciales en la colección de Kammerer, había sido manipulado. Pocas semanas después de revelarse este descubrimiento en la revista Nature, Kammerer se suicidó, lo que se interpretó como confesión de su culpabilidad. Consecuentemente, sus teorías neo-lamarckistas se proscribieron en Occidente hasta muy recientemente (hoy sus experimentos están siendo reevaluados a la luz de la epigenética). No así en la Unión Soviética, donde sirvieron de base al Lyssenkoismo.
El caso del presunto fraude, que ha sido objeto de centenares de estudios (un libro, capítulos de libros, artículos y tesis) sigue sin resolverse. Ofreceré una nueva teoría que, por primera vez, señala un posible sospechoso diferente de Kammerer y un sorprendente motivo para la manipulación. De este modo, proyectaré también nueva luz sobre la politización intensa de la ciencia y, sobre todo, de la biología en la década de 1920.
A las 12h se proyectará la película "Salamandra" (1928)Organizado por: Residencia de Investigadores y Institució Milà i Fontanals