La música fue una parte importante en la educación de las princesas reales y mujeres nobles que se movían en círculos cortesanos a lo largo del siglo XVI. Las mujeres de clases altas habían de tener conocimientos y habilidades musicales, aunque sus talentos sólo se mostraban habitualmente en espacios palaciegos semiprivados. Las infantas solían aprender a cantar y a tocar instrumentos de tecla o de cuerda pero, en cambio, los instrumentos de viento no se consideraban apropiados para ellas. El verdadero interés de estas mujeres por la música podía expresarse a través del coleccionismo —tanto de libros de música como de instrumentos musicales— y por tener músicos a su servicio.
La música servía, además, para reflejar el estatus de la mujer: el poder político y simbólico de las reinas, virreinas o gobernadoras se hacía evidente a través de sus capillas polifónicas particulares y de las fanfarrias de instrumentos emblemáticos que las anunciaban o acompañaban en sus desplazamientos.
Ciclo: Mujeres y música
Organizado por: Residencia de Investigadores