El envejecimiento de la población en las sociedades desarrolladas se ha visto asociado a un aumento de los casos de enfermedades neurodegenerativas, y especialmente de la enfermedad de Alzheimer. El gran número de casos y el coste asociado a estas enfermedades supone un gran reto para la sociedad del siglo XXI. Es indudable que han habido numerosos avances en el campo del Alzheimer en las últimas dos décadas. Hoy sabemos cuales son las lesiones que se encuentran en el sistema nervioso y podemos investigar esta enfermedad mediante sofisticadas herramientas, como avanzadas técnicas de microscopia, modelos animales modificados genéticamente o células madre. No obstante, siguen habiendo todavía numerosas preguntas sin respuesta que nos impiden encontrar tratamientos efectivos que curen o retrasen el Alzheimer. Los estudios de estos últimos cinco años han revelado que la enfermedad es más compleja de lo que creíamos. La enfermedad tiene una fase de incubación de varias décadas sobre la que actúan múltiples factores genéticos y ambientales, cuya interacción determina cuándo aparecen los síntomas. Aunque las lesiones características de la enfermedad se conocen desde hace más de un siglo, todavía no sabemos cuales son las causas exactas que la originan. Además, existe un consenso generalizado en que la mayoría de los estudios han aplicado el tratamiento en fases demasiado tardías, cuando las posibilidades de mejoría son escasas. La comunidad científica se encuentra en una en crucijada: aplicar tratamientos en fases muy iniciales de la enfermedad, aunque para ello es necesario poder diagnosticarla cuando los síntomas son muy leves. En esta jornada, repasaremos algunos avances y retos a los que nos enfrentamos los clínicos e investigadores ante esta enfermedad, que ya se denomina la enfermedad del siglo XXI.
Ciclo: Desafíos del S.XXI. La Voz de la Medicina I
Organizado por: Residencia de Investigadores, Fundació Clínic Barcelona, Institut Biomèdiques August Pi i Sunyer, Resa